Un pueblo perdido en mitad de Castilla en las postrimerías del franquismo. Un joven maestro madrileño sin
experiencia y fuera de lugar. Una niña ahogada veinte años atrás. El fatal accidente de una adolescente para
la que huir era la única salida. Una extraña epidemia que acaba con los ciervos del lugar, y el silencio, la
nieve, la cerrazón y los secretos como únicos testigos, mudos e impasibles, del lento pasar de los días en un
lugar olvidado, furibundo en medio de la nada, ahogado bajo odios enconados y rencores enquistados cuyo
motivo nadie recuerda. Éstos son los ingredientes de esta primera novela del novel escritor español Enrique
Llamas, quien aborda el tema de la maldad al más puro estilo de los clásicos novelistas ibéricos.