"En Cádiz, una ciudad aparentemente tranquila, ocurre el asesinato de una jovencita, lo cual despierta en el inspector Bianquetti un sentimiento casi personal para dar con el asesino y hacerlo pagar por su crimen. No por nada, el inspector fue enviado a esa ciudad para alejarlo del lugar donde acabó con otro criminal con sus propias manos.
A diferencia de El Gran Rojo, que presenta a un inspector con desventajas físicas, esta vez Benito Olmo nos pone frente a un policía que echa mano de su físico imponente antes que recurrir a un arma.
La maniobra de la tortuga tiene todos los ingredientes para mantenernos al filo de las páginas y seguir toda la acción y el suspenso que abundan en la obra."