En la década de los ochenta, el agente Hanson, un policía blanco, patrulla las calles de Oakland, California,
una ciudad sacudida por el racismo y el crimen. Desde su muy particular punto de vista sobre la justicia, siempre
interpone el diálogo como primer recurso para resolver los casos que le envía la central de policía, pero
no siempre los criminales aceptan su estilo y entonces Hanson saca a relucir toda la dureza que lo impregnó
en sus días como sargento de las Fuerzas Especiales en Vietnam, donde se acostumbró a la cercanía de la
muerte al grado de estar siempre preparado para dejar de vivir. Pronto, su destino se entrelaza con el de un
narcotraficante con quien mantiene una relación de respeto, hasta que las circunstancias ponen en peligro a
las dos únicas personas que le interesan en el mundo.